El viernes 25 de abril a las 18.30 nos encontramos por segunda vez en el ciclo “Vení a narrar o a leer tu cuento” en Cultural Cóndor Huasi, Av. Boyacá 1400, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Este espacio tiene el propósito de hacer coincidir a todos aquellos que honran la palabra, tanto escrita como oral. En mi carácter de anfitriona y coordinadora de este espacio, invito los últimos viernes de cada mes a todos aquellos interesados en compartir con otros un cuento de no más de cinco minutos de duración (“un poquito a cada uno no le hace mal a ninguno”) en un ambiente cálido para la escucha respetuosa.
Pueden venir a tomar un café y a escuchar cuentos los que no conocen lo que es la narración oral (todavía) o a leer en voz alta algún relato de ustedes (sólo cuentos). Los narradores orales pueden “apropiarse” por un rato de alguna historia ajena y llevarla de paseo ante otros. Sólo se trata de compartir dos horas de “recreo oxigenante” rodeados de personas con gustos afines una vez al mes.
Para comenzar la reunión de este mes, les conté a los presentes por qué mi libro El exterminador de cuentos se llama así. Luego, al abrir el juego a la concurrencia, apareció una leyenda sobre “Riachuelito”, un colega del monstruo del Lago Ness; compartimos un cuento creado a partir de un chiste gráfico de Quino; aprendimos la técnica correcta para correr carreras de chapitas por los desagües de la calle; nos entretuvimos con las andanzas del “otro yo” y de una muchacha que hacía control de calidad de los patitos de goma para usar en las bañaderas. Como verán, hubo relatos para todos los gustos, tal es así que una lectora procedió a reivindicar la dignidad del culo y, después, apareció un cuento de terror ambientado en la España del Siglo XII. Como despedida, antes de desearles a todos un buen regreso a sus hogares, leí “El águila y el viento”, un cuento propio de amor, para que no nos diera tanto miedo salir a la calle, que estaba muy oscura, y más después de la última historia. Fueron dos horas amenas que se nos pasaron volando en buena compañía, tanto humana como de papel. Y así volvimos un poco más alegres y relajados a la jungla cotidiana.
El próximo encuentro del ciclo “Vení a narrar o a leer tu cuento” en Cultural Cóndor Huasi, Av. Boyacá 1400, Capital Federal, será el 30 de mayo a las 18.30 con entrada libre y salida a la gorra, para ayudar a mantener abierto éste, tu espacio. Informes o consultas: Gabriela Villano (loscuentosdelvillano@gmail.com ).
Si mi trabajo te resultó útil y de valor, comprá alguno de mis libros para regalar o para regalarte. Tu contribución y apoyo ayudarán a mantener los servicios de calidad de este blog. Consultá “Mis libros”. Gracias. G.V.
Este espacio tiene el propósito de hacer coincidir a todos aquellos que honran la palabra, tanto escrita como oral. En mi carácter de anfitriona y coordinadora de este espacio, invito los últimos viernes de cada mes a todos aquellos interesados en compartir con otros un cuento de no más de cinco minutos de duración (“un poquito a cada uno no le hace mal a ninguno”) en un ambiente cálido para la escucha respetuosa.
Pueden venir a tomar un café y a escuchar cuentos los que no conocen lo que es la narración oral (todavía) o a leer en voz alta algún relato de ustedes (sólo cuentos). Los narradores orales pueden “apropiarse” por un rato de alguna historia ajena y llevarla de paseo ante otros. Sólo se trata de compartir dos horas de “recreo oxigenante” rodeados de personas con gustos afines una vez al mes.
Para comenzar la reunión de este mes, les conté a los presentes por qué mi libro El exterminador de cuentos se llama así. Luego, al abrir el juego a la concurrencia, apareció una leyenda sobre “Riachuelito”, un colega del monstruo del Lago Ness; compartimos un cuento creado a partir de un chiste gráfico de Quino; aprendimos la técnica correcta para correr carreras de chapitas por los desagües de la calle; nos entretuvimos con las andanzas del “otro yo” y de una muchacha que hacía control de calidad de los patitos de goma para usar en las bañaderas. Como verán, hubo relatos para todos los gustos, tal es así que una lectora procedió a reivindicar la dignidad del culo y, después, apareció un cuento de terror ambientado en la España del Siglo XII. Como despedida, antes de desearles a todos un buen regreso a sus hogares, leí “El águila y el viento”, un cuento propio de amor, para que no nos diera tanto miedo salir a la calle, que estaba muy oscura, y más después de la última historia. Fueron dos horas amenas que se nos pasaron volando en buena compañía, tanto humana como de papel. Y así volvimos un poco más alegres y relajados a la jungla cotidiana.
El próximo encuentro del ciclo “Vení a narrar o a leer tu cuento” en Cultural Cóndor Huasi, Av. Boyacá 1400, Capital Federal, será el 30 de mayo a las 18.30 con entrada libre y salida a la gorra, para ayudar a mantener abierto éste, tu espacio. Informes o consultas: Gabriela Villano (loscuentosdelvillano@gmail.com ).
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