lunes, 4 de febrero de 2008

Crónicas contables 15

Hoy: De cuentos, menúes y conventillos.

El sábado 2 de febrero a la noche, descubrí un lugar nuevo e interesante que recientemente abrió sus puertas a la narración oral en el barrio porteño de San Telmo. Costó trabajo viajar hasta ahí; justo ese día, unas calles estaban cortadas porque se filmaba una película y otras, por el corso del Carnaval.

Sin embargo, como nada detiene a esta cronista de la Agencia de Noticias Narranews, pude llegar a mi destino: “El conventillo del aprendiz”, en Balcarce 1217, a dos cuadras de Plaza Dorrego. La responsable de este espacio (realmente un conventillo del 900) es María Teresa Gioja, actriz, directora de teatro y, ahora, narradora oral (alumna de una horneada reciente de los talleres de Claudio Ledesma). Por lo que me contó María Teresa en una breve entrevista que le hice en el patio a cielo abierto y lleno de plantas con flores, “El conventillo del aprendiz” surgió hace unos años como un espacio teatral y, este verano, se abrió a las pasantías y presentaciones de los alumnos de los talleres de narración oral de Claudio. Cabe mencionar que allí se rodaron varios cortometrajes y parte del largometraje Nahuel Pan. Entre los planes figura proyectar documentales en el futuro y ofrecer el espacio para presentaciones de libros. Vale la pena tener en cuenta este lugar que, poco a poco, María Teresa está reacondicionando.

Esa noche Claudio nos ofreció en el conventillo su “Menú de cuentos”, un espectáculo de narración oral en el cual el público elige el repertorio que contará el narrador de entre los “platos” del menú entregado previamente a la concurrencia. Una cita imperdible para todos los gastrónomos aficionados a los cuentos exquisitos. Claudio tiene preparados menúes plastificados muy prolijos con el repertorio, en los cuales los cuentos figuran por título, nombre de autor y número (en esta oportunidad, hasta el 104). Algunas personas, cuando elegían, anotaban sólo el número del cuento que querían, por lo que, en un momento, pareció que estábamos pasando quiniela o jugando a la lotería. Pero fue un instante nada más. La elección de esa noche fue suculenta y certificada ante escribano público (los presentes), para que nadie sospechara que Claudio hacía trampa con la selección de cuentos. Los comensales optaron por platos fuertes y contundentes de chefs como Rosa Montero, Clarise Lispector, Jorge Díaz, Leo Masliah, Mujica Láinez, Graciela Cabal y Marco Denevi, entre otros. Un banquete.

Los gourmets que disfrutamos del espectáculo de Claudio nos retiramos esa noche muy contentos y satisfechos de habernos nutrido con buenos alimentos para el alma, por lo menos hasta la próxima vez que nos agarre hambre de cuentos.


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