Hoy: de cuentos, madres y juglares.
Dijo Adolfo Bioy Casares alguna vez: “Nadie somete a pruebas tan duras nuestra capacidad para la convivencia como una madre.”
Con esta idea rondándome la cabeza, el domingo 22 de junio fui a ver “La madre que nos parió”, un espectáculo de narración oral y juglaría con cuentos de madres a cargo de Claudio Ledesma y Juan Ignacio Jafella. Se trata de una propuesta interesante que combina dos estilos de contar historias muy diferentes y atractivos por derecho propio: el del narrador oral y el del juglar-bululú.
Según un apunte que gentilmente me acercó Claudio Ledesma, “El juglar-bululú es un actor que va contando los elementos narrativos del texto interpretado y que sabe diferenciar claramente, vocal y gestualmente, a los personajes que van apareciendo, en una actitud que se confunde con la “personación” del teatro normativo. Este actor realiza múltiples y sucesivas identificaciones y vuelve sistemáticamente a sus actitudes y modos de narrador oral: “Ahora habla el juez”, “Ahora habla el escribano”, “Ahora habla la dueña”, “Ahora habla el Doctor”. Su característica fundamental es que siempre tiene en cuenta al público y su entorno; él no tiene espectadores sino interlocutores, están delante de él, los mira, se gira en redondo para que todos los que lo rodean puedan escuchar y ver, puede incluso repetir un pasaje si cree que un sector del público no se ha enterado, o detenerse en el momento más interesante para pedir dinero, improvisa según la situación y vuelve al hilo de su narración que no ha memorizado, sino que ha aprehendido para poder manipularla según su necesidad.” Todos los días se aprende algo nuevo.
Fue así que, a través de los relatos variados de Claudio y de Juan Ignacio, pudimos disfrutar de distintos “modelos” de madres que nos emocionaron, nos hicieron reír, nos dieron ganas de llamar urgente a un psicólogo y, por qué no, decirnos a nosotros mismos: “Madre hay una sola… gracias a Dios.”
“La madre que nos parió” se ofrece todos los domingos de junio en la Sala Boedo XXI, Boedo 853. En julio, Claudio y Juan Ignacio se irán con este espectáculo a La Plata. Es cuestión de estar atentos. Vale la pena.
Si mi trabajo te resultó útil y de valor, comprá alguno de mis libros para regalar o para regalarte. Tu contribución y apoyo ayudarán a mantener los servicios de calidad de este blog. Consultá “Mis libros”. Gracias. G.V.
Dijo Adolfo Bioy Casares alguna vez: “Nadie somete a pruebas tan duras nuestra capacidad para la convivencia como una madre.”
Con esta idea rondándome la cabeza, el domingo 22 de junio fui a ver “La madre que nos parió”, un espectáculo de narración oral y juglaría con cuentos de madres a cargo de Claudio Ledesma y Juan Ignacio Jafella. Se trata de una propuesta interesante que combina dos estilos de contar historias muy diferentes y atractivos por derecho propio: el del narrador oral y el del juglar-bululú.
Según un apunte que gentilmente me acercó Claudio Ledesma, “El juglar-bululú es un actor que va contando los elementos narrativos del texto interpretado y que sabe diferenciar claramente, vocal y gestualmente, a los personajes que van apareciendo, en una actitud que se confunde con la “personación” del teatro normativo. Este actor realiza múltiples y sucesivas identificaciones y vuelve sistemáticamente a sus actitudes y modos de narrador oral: “Ahora habla el juez”, “Ahora habla el escribano”, “Ahora habla la dueña”, “Ahora habla el Doctor”. Su característica fundamental es que siempre tiene en cuenta al público y su entorno; él no tiene espectadores sino interlocutores, están delante de él, los mira, se gira en redondo para que todos los que lo rodean puedan escuchar y ver, puede incluso repetir un pasaje si cree que un sector del público no se ha enterado, o detenerse en el momento más interesante para pedir dinero, improvisa según la situación y vuelve al hilo de su narración que no ha memorizado, sino que ha aprehendido para poder manipularla según su necesidad.” Todos los días se aprende algo nuevo.
Fue así que, a través de los relatos variados de Claudio y de Juan Ignacio, pudimos disfrutar de distintos “modelos” de madres que nos emocionaron, nos hicieron reír, nos dieron ganas de llamar urgente a un psicólogo y, por qué no, decirnos a nosotros mismos: “Madre hay una sola… gracias a Dios.”
“La madre que nos parió” se ofrece todos los domingos de junio en la Sala Boedo XXI, Boedo 853. En julio, Claudio y Juan Ignacio se irán con este espectáculo a La Plata. Es cuestión de estar atentos. Vale la pena.
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