Películas que hacen referencia a los narradores orales o al arte de narrar.
Drive es una película de 2011 dirigida por Nicolas Winding Refn y protagonizada por Ryan Goslin como el Conductor (Driver), de quien nunca se sabe el nombre. Cuenta la historia de un conductor profesional, de esos que hacen escenas de riesgo con vuelcos y choques en las películas de Hollywood, que también trabaja como mecánico en un garaje y como conductor de escape para cualquier delincuente que lo contrate para huir después de un robo.
En una entrevista (http://www.complex.com/pop-culture/2011/09/interview-drive-director-nicolas-winding-refn/page/2), el director Nicolas Winding Refn dice: “Estructuré la película como un cuento de hadas de los Hermanos Grimm. Al igual que en un cuento de los Hermanos Grimm, (la historia) tenía que ser extremadamente pura al principio, pero luego tenía que ser muy oscura y con una moraleja al final. Una parte necesitaba de la otra para justificar el círculo. De modo que fue muy importante que la primera parte fuera realmente champagne puro y que el resto fuera un comportamiento puramente psicótico (…).”
En otra entrevista en línea (http://blogs.indiewire.com/theplaylist/empire_big_screen_11_nicolas_winding_refn_says_wonder_woman_is_getting_clos) el director comenta la fábula de la rana y del escorpión, y afirma que a Ryan Gosling se le ocurrió la idea de contarle esta historia a Albert Brooks, el mafioso de la cinta. También el crítico de cine Peter Canavese hace referencia a esa fábula, a la que se alude en la película mediante el vestuario del protagonista (http://www.mv-voice.com/news/show_story.php?id=4738).
Esta película, entonces, resultaba interesante para nuestra sección, con la vieja historia de la rana y del escorpión, aquella con la ya famosa frase “Está en mi naturaleza”, donde se muestra el conflicto entre instinto desbordante e irresistible, y pensamiento sensato, racional. El Conductor no tendría que haberse apartado de su camino juicioso y bien trazado para ayudar a una mujer bonita y disponible que, después, lo mete en problemas. Y siguiendo con los paralelismos con el cuento, a lo largo de la historia se nos revela la verdadera naturaleza del Conductor, que se pasea por toda la película con una campera brillante y clara (ver foto) con un enorme escorpión bordado en la espalda. El protagonista pasa con espeluznante facilidad de caballero andante simpático y dulce, que protege a una damisela y a su hijo en peligro, a tipo violento y de pocas pulgas en la escena del cuarto de hotel con Blanche (si eso no es romper tabúes…), hasta revelarse como un psicópata desenfrenado que mete miedo en la ya famosa escena del ascensor (está en su naturaleza). Pero toda esta violencia es en nombre del amor y con las mejores intenciones, lo cual presenta un tema de reflexión interesante.
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